Quizás el destino quiso que nos conociéramos. Quizás estamos hechos para estar uno al lado del otro. Quizás interpretamos mal lo que realmente queríamos y cambiamos todo. Seguimos un camino que no era el correcto, estropeamos todo aunque tubo su lado bueno. Capaz que necesitamos tenernos, pero solo como amigos. Y no digo que esté mal, porque siento que con el tiempo todo puede cambiar, que el odio se puede transformar en amor y el amor en odio, la enemistad en amistad y viceversa. Creo que con el tiempo, podemos llegar a ser tan amigos como nunca lo fuimos. Sin resignaciones ni envidia.
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